cuando miro el reloy y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez mi-
nutos y estiro las piernas como todas
las tardes, y hago asi con los hombros
para aflorar la espalda y me doblo los
dedos y les saco mentiras.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloy y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o do manos que saltan sobre cuarenta
teclas o un oido que escucha como la-
dra el telefono o un tipo que hace nú-
meros y les saca verdades.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloy y son las seis.
podrias acercarte de surpresa y decirme
" Qué Tal "? y quedariamos yo con la
mancha roja de tus labios tú con el tizne
azul de mi carbónico. ( Adimirador )
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